6.10.11

Bolero

Las posibilidades son el universo, el cielo que nos acompaña con hermosas historias sin idiomas.

El viejo que se da el tiempo de entregar la vida infinita al recien nacido aun sin nombre,
con la libertad por construir en compañía con el amor único del hermano que lo guía,
que le entrega la confianza,
la fidelidad humana de que la vida, cuando es vida, nunca se acaba.


Qué es la revolución sino sangre,
 piedras adoloridas por la historia,
 cantos que lloran su opresión,
 lenguas en resistencia, seres ahogados iluminando su existencia con las mejores excusas,
 los acordes tiernos de un rebelde lleno de causas, de fantasmas, de heridas.

Qué es la libertad sino el cielo,
 el amor natural,
 el instinto amor que nos habita eternamente,
  que nos mira y nos da la oportunidad de renacer a diario,
  hirviendo en sangre, sonriendo en vida.

Qué es la libertad sino el movimiento del ser en la naturaleza.

No es mas un sueño,
no somos mas un sueño.

Si prestamos atención vemos que no hay fronteras, ya no.
El ser iluminado,
el ser natural,
el ser verdad.

Tenemos alas, son nuestra belleza.
No hay límite,
  hay cantos que abren el camino,
  hay compañeros enamorados por todos lados.
  Hay poesia y luego poetas.
  Hay vida y luego agua.
  Hay amor y luego hombres libres compartiendo.

Guatemala, Mayo 2011

19.9.11

Juanito

Nuestros ojos no son azules.
Nuestras manos no son de filo delgado.
Nuestros pies son de los pequeños,
pero en ellos también tenemos cinco dedos.

Cuando observamos atentamente los poros abiertos de unos y de otros,
vemos que en cada caso supura el mismo cansancio;
uno sobre la tierra,
otro sobre una raqueta, un arma, un amante.

Si vamos dentro,
bien dentro,
encontramos una naturaleza,
una que no es distinta,
una sola,
una misma.

En el palpitante corazón vemos más o menos grasa,
pero alma en ambos casos,
resistencia,
lucha...

-¿Por qué tanto pleito pues?
me pregunta Juanito
-Porque lo que ellos tienen en los bolsillos no son granos de maíz salado, sino poder en formas pesadas, con valores y sumas.


Ann Arbor, Michigan, 2011

13.8.11

Words Workshop

Last week in the retreat with the Young Detroit Builders we had a workshop about artistic expression and I was part of the writing group... this is what I came with...

The first exercise was to write without stopping 2 minutes starting each line with the words "I wish..."

I wish I could fly
I wish my friend listen the song of the sun
I wish you, here, together
smile
I wish my son to come on a day like this
I wish to understand all languages, wishes, dreams, the kids had in their mind
I wish you good luck
I wish you the best
I wish this had a better end
I wish, you, I wish you. Today.

The second exercise was to write without stopping 2 minutes starting each line with the word "Once..."

Once I saw a bird singing in my mouth
I saw once a bright day in children's town
Once, my passion came non stop
Once I saw you walking on my side
Once I misunderstood you
Once I came home without a sigh
Once I forgot to say good bye
Once we will be again
Once upon a time the story ends
Once again
On

The third exercise was to write without stopping 1 minutes starting each line with the word "Now..." When done, write another string for an additional minute, beginning with "I remember..."

Now that I see you coming
Now I understand
Now my dreams remember you
Now life starts
Now I can say I love you
Now I can forgive the evil
Now nothing matters
Now just
I remember now your eyes
I remember when I say this
I remember stars falling in my hands
I remember the day the world started
I remember blue skies
I remember how to say good bye

The fourth exercise was to write without stopping 2 minutes a collection of statements each of which is a lie.

I don't like coffee
The world is coming to an end
I like mustard
I don't see any sense
The sky is to far away
The clouds are made of chocolate and the moon is a big piece of cheese
This is boring
This make sense
Time is never enough
I don't love
I don't believe

3.2.10

Fundraising...

Transgredo mi cuerpo durante horas cada día, y no basta.
Te miro de cerca, hermano,
te pido una mano, escéptico, me miras,
me inspeccionas de pies a cabeza,
reconoces algún rincón y decides, entonces, estirar despacio tu mano,
depositar en mí un poco de confianza.
Te das la vuelta,
te vas sin dar las gracias,
me bendices y me dejas sonriente, en la espera del siguiente transeúnte.

23.11.09

Un detalle: los dedos de María

Me gusta ver cómo los dedos de María se enredan cuando trata de amarrarse las agujetas. Toma el primer lazo y lo analiza; lo ve de arriba a bajo y trata de ver en él algún tipo de forma. Desliza despacio su mano derecha por el segundo lazo suelto, lo acaricia suavemente mientras mira la punta envuelta en plástico descansar sobre su otra mano. Decidida toma con dos dedos las dos puntas; respira profundo y comienza a bailar de un lado a otro con las manos, pasando las puntas por arriba y por abajo. Cuando se le acaba el aire simplemente deja ir lo que debería ser un nudo y abre curiosa los ojos, mordiéndose la lengua. No hay nada más que un par de agujetas enredadas descansando sobre la lengueta de su tenis derecho. María se deja caer hacia atrás para terminar sentada, decidida a lograr lo que parece imposible.

Me gusta ver los dedos de María cuando trata de amarrarse las agujetas de sus tenis morados. Sentada, con los dos pies delante, analiza el derecho bien hatado por su madre y comienza a imaginar cómo deberá mover los dos lazos que caen tímidos al lado de su pie izquierdo. Toma las puntas, las jala hacia arriba para ver que terminen en juntas y las deja caer hacia el lado contrario, se les queda viendo como con resentimiento mientras decide el siguiente paso. Sus dedos dibujan un círculo con el lazo izquierdo y uno con el derecho. María se muerde la lengua y pasa un círculo por debajo del otro, luego por arriba, jala una punta, aprieta un círculo y mete en él la punta contraria, jala con fuerza y se encuentra de nuevo donde empezó todo.

Me gusta ver a María afrontando su tragedia con una sonrisa. Sabe que no puede levantarse y andar de nuevo por donde venía, pues corre el riesgo de caer, de pisar con su otro pie el lazo suelto que navega por la banqueta sin reparar en los charcos por los que se ahoga. María sabe que debe amarrarse las agujetas. Sabe también que en ese nudo ella puede amarrar las cosas que quiera guardar cerca del suelo, donde nadie nunca va a verlas. Su papá le dijo un día que los sueños no se debían amarrar al cabello, pues es ahí donde todo el mundo busca. Le dijo que era mejor amarrarlos a los zapatos, pues nadie presta atención del camino por el que corren los demás, por eso ahí los sueños están seguros de envidias, robos o extravíos. Por eso María debía aprender a atarse bien fuerte las agujetas, pues ahora, precisamente, tenía el sueño de caminar millas enteras hacia donde vivía su padre. Cerca del mar, le había dicho alguien.

Me gusta ver las agujetas de los tenis morados de María, bailando de un lado a otro, luchando contra su propia fuerza para quedarse juntas para siempre. Una punta busca a la otra, se cruzan y se alertan. Tú por abajo y yo por arriba, deja que te lleven por la derecha en lo que yo encuentro cómo entrar por atrás desde abajo y hacia arriba. Flota hacia la izquierda y gira al rededor de mi cuello apretando fuerte hasta que te pierdas. Entonces pasaré por debajo de ti para que al final, de un tirón, nos logremos quedar juntas toda la vida.

Me gusta María y sus dedos enredados en mi cabello, buscando robar mis sueños todavía.

17.11.09

La vida groupie

Me fui, me regresé y me revolví...

Estrenando blog de relatos y vivencias: http://lavidagroupie.blogspot.com
Ahí encontrarán historias de mi nueva vida, de mi nueva cotidianidad, digamos que es un blog más personal.

Mudez seguirá siendo mi espacio y seguiré actualizándolo, ahora sí creo que podré hacerlo cada quince días, como nunca prometido.

Los veo por aqui por allá por aqullá...

siempre invitados