19.9.11

Juanito

Nuestros ojos no son azules.
Nuestras manos no son de filo delgado.
Nuestros pies son de los pequeños,
pero en ellos también tenemos cinco dedos.

Cuando observamos atentamente los poros abiertos de unos y de otros,
vemos que en cada caso supura el mismo cansancio;
uno sobre la tierra,
otro sobre una raqueta, un arma, un amante.

Si vamos dentro,
bien dentro,
encontramos una naturaleza,
una que no es distinta,
una sola,
una misma.

En el palpitante corazón vemos más o menos grasa,
pero alma en ambos casos,
resistencia,
lucha...

-¿Por qué tanto pleito pues?
me pregunta Juanito
-Porque lo que ellos tienen en los bolsillos no son granos de maíz salado, sino poder en formas pesadas, con valores y sumas.


Ann Arbor, Michigan, 2011