29.3.07

Fábula ¿moraleja?

Un día se preguntó por qué la leche con miel es tan reconfortante. Obviamente pasaba un trago al tiempo de la reflexión. Primero se le ocurrió que la duda misma te distraía y te hacía olvidar aquello que te motivó a tomar el trago de leche con miel. Leche Caliente. Después pensó que era el calor que hacía arder la garganta, logrando así que cualquier nudo se desatara. También quiso creer en los poderes curativos de la miel, en la sensación de la taza quemando sobre los labios, en el sonido relajante de la cuchara resbalándose ligeramente hacia la boca con cada sorbo.

No podía descubrirlo, era una de esas cosas que simplemente sucedían, como las razones que la hacían seguir bebiendo leche caliente con miel de vez en vez, de día en día.