15.5.05

Justo cuando me estaba peleando de lo lindo con el iTunes para hacerlo tocar un cd que incertaba e incertaba e incertaba y nunca tocó... comenzó a llover. Me detuve sin inmediatos y ahí me tuve que quedar, en la resignación de que no era posible, de que la barita mágica de la tecnología me estaba fallando, que me habían engañado dándome una que mide tu nivel de desesperación y deja de funiconar. Que envidia, a veces sí me da mucha envidia esa gente que tiene el control de una máquina por completo, como magia, que hace magía con eso de las luces sonidos y ... tecnología pues. Terror y belleza ¿no? Aparatos del demonio que nos poseen poco a poco haciendo que olvidemos las baritas mágicas reales, las hechas para las manos, las largas y que tienen parecido con Pinocho, las que si nos obedecen (dicen)... ... ... some kind of wonderful.