Es curioso, por más que tratemos de unificar, de generalizar, de hacer que uno vea algo como queremos que lo vea... en cada computadora se ve distinto, con espacios, letras, colores distintos.
ni modo.
25.11.05
dos meses después regresé y escribí algo. insignificante. qué más da. es y con eso siempre nos basta.
me fui dos meses y aunque lo intenté la realidad me decia que la anécdota no es la moda perdida ni el lugar común
llevado al extremo del temor. la realidad decia que igual y a veces aunque pensamos que no podemos. podemos. quedarnos callados.
me fui dos meses y aunque lo intenté la realidad me decia que la anécdota no es la moda perdida ni el lugar común
llevado al extremo del temor. la realidad decia que igual y a veces aunque pensamos que no podemos. podemos. quedarnos callados.
A veces quisiera dormir todo un día,
acostarse e ir hasta lo más lejos posible de la inconsciencia.
Ausentarse del día como nos ausentamos de estos lugares inventados.
Irse tan deprisa que ni la depresión del invierno, la navideña, nos alcance.
Caer en la falta y tener al error olvidado, el miedo aplastado.
A veces quisiera dormir más de un día y despertar.
acostarse e ir hasta lo más lejos posible de la inconsciencia.
Ausentarse del día como nos ausentamos de estos lugares inventados.
Irse tan deprisa que ni la depresión del invierno, la navideña, nos alcance.
Caer en la falta y tener al error olvidado, el miedo aplastado.
A veces quisiera dormir más de un día y despertar.
26.9.05
¿Cómo hacemos para que una hoja de word deje de ser tan seca?
Ya no colecciono libretas, llenas.
Sucede más que de vez en cuando siempre que los dedos se acostumbran a crear ritmos.
¿Todo el tiempo y para todo?
En definitiva la ambigüedad de la respuesta puede delatar a más de un instante ahora mismo.
Es que por instrumento podemos entender escritura y por dedo instrumento.
Escribir pues es con ¿los dedos? ¿los ojos? ¿la boca? ¿la palabra? ¿las ideas?
Basta a veces con idear algo para hacerlo escrito en el pizarrón de la mente,
en la mentira del adentro de cada uno.
“Todo depende de cómo te cuentes a ti mismo la vida”
Y pues ya se ha dicho ¿no?: todo depende...
Entonces se escribe, en la cabeza, con las voces internas de quien a cada uno se vaya contando la vida.
Bien: ¿me cuentas?
Anda, en segunda si quieres, sólo cuenta algo para que pueda dormirme.
No, no importa, ¿quién duerme tranquilo hoy en día?
Anda.
Gracias.
Ya no colecciono libretas, llenas.
Sucede más que de vez en cuando siempre que los dedos se acostumbran a crear ritmos.
¿Todo el tiempo y para todo?
En definitiva la ambigüedad de la respuesta puede delatar a más de un instante ahora mismo.
Es que por instrumento podemos entender escritura y por dedo instrumento.
Escribir pues es con ¿los dedos? ¿los ojos? ¿la boca? ¿la palabra? ¿las ideas?
Basta a veces con idear algo para hacerlo escrito en el pizarrón de la mente,
en la mentira del adentro de cada uno.
“Todo depende de cómo te cuentes a ti mismo la vida”
Y pues ya se ha dicho ¿no?: todo depende...
Entonces se escribe, en la cabeza, con las voces internas de quien a cada uno se vaya contando la vida.
Bien: ¿me cuentas?
Anda, en segunda si quieres, sólo cuenta algo para que pueda dormirme.
No, no importa, ¿quién duerme tranquilo hoy en día?
Anda.
Gracias.
25.9.05
En la necesidad cabe tanta confusión. A veces. Lo ajeno. Es eso. Cuando no se distingue entre lo propio, lo inculcado, lo impuesto y lo que hacemos nuestro. Ajeno. ¿Hasta que punto, entonces, lo que vivimos, deseamos vivir, es nuestro propio anhelo? A veces recargamos tanta seguridad en lo que no es nuestro, en los otros cuerpos, en las otras vidas, en los otros logros. ¿De ahí viene el miedo, de tanto depósito en lo ajeno? "Es que si te vas me muero."
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