Deseo amarte para siempre,
mantener tus ojos con tinta hasta la muerte;
encontrar tu correspondencia hasta en las más puras visiones;
tomarte y en la nada olvidar el miedo;
cansarme de tus piernas y correr de boca al ombligo perfecto de tu rostro.
Cuando dispare mi magia de suave flor y tu humilde verde me acaricie,
entonces seré feliz y podré dejarte,
no ahora, que todavía no eres mía.
junio/06
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