27.1.05

¿Por qué es tan difícil darnos cuenta de que somos dueños de nuestro pasadoy de que podemos, por consiguiente, cambiarlo?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un sillón es tan cómodo como la mierda.

Ayer pase todo el día sentado en un hacer dudoso,
ni semilla, ni fruto, ni beso, ni ni. Quiero decir
que es dificil no cambiar el pasado sino poner la
cara frente al vacío. Una gota de rocío cuelga del
árbol que crece sobre la piedra en la grieta...

a veces no me quiero tanto...

Canek Zapata dijo...

adspiro como todo outro mundo
adrogo asportos allegres
garantiza mi aliento almenos mis tiempos

Anónimo dijo...

Nuestro pasado no nos pertenece. Nuestra manera de recordarlo nos pertenece. Y no hay nada que nos haga pensar que lo que nos pertenece lo podemos cambiar, sólo el deseo de poder hacerlo.

Canek Zapata dijo...

movemento poético da Festa da Palabra Silenciada...
ja, uma taxonpost (taxi=velocidade a*t=v... ja, espeiro)

Anónimo dijo...

El pasado no existe, es la siempre etiqueta que le ponemos al instante.
Recordarlo no es más que ser otro, evitar sentirse-presente nuevo.
Dueños, en la medida en que lo reinventamos, pero ¿uno no es capaz de mentirse?
digo, uno no no es capaz de mentirse. O siempre lo hacemos. El pasado refuerza la identidad presente.

Anónimo dijo...

El pasado sí existe. Tan existe que camina por nosotros, como las estrellitas por los pies cuando se duermen, probando con sus tentáculos, ni uno más, nuestro futuro.