Son profundas las reflexiones que cargo a diario. Hay momentos en los que es muy difícil hacer que las cosas que me rodean tengan sentido. Me imagino cómo sería el principio de los tiempos y ahí, me pierdo.
Hay cosas aquí que parecen ser de aquellas épocas. Su lengua, por ejemplo. En Malawi hablan Chichewa, principalmente, más otras 20 variantes. En Zambia tienen 72 distintas lenguas. En África del Sur son 10. Todos conocen la lengua de los conquistadores, casi todos, pero prefieren usar su lengua materna. En los sonidos no hay nada, absolutamente nada que uno pueda reconocer, pero ellos pueden hablar, en promedio, diez distintas variantes. Digamos que un Tonga se comunica sin problema con un Bemba o con un Chichewa. Algunos grupos son primos, lo cual significa que se pueden hablar en cierto registro usando los dos idiomas indistintamente. Algunos otros grupos no son ni amigos ni enemigos y se deben tratar unos a otros con mucho respeto. El registro que usan sí es posible percibirlo para blancos como nosotros. Lo que más me causa curiosidad es cuando uno va al mercado, pues no entiendo cómo saben en cuál de los 10 o 15 idiomas que saben tienen que hablar. Simone, no me pudo contestar, dijo que simplemente saben. Los idiomas de África del Sur son los que puedo reconocer un poco más debido al sonido del Zulu y del Shona, pero nada de que puedo reproducir esos sonidos. Lo poco que he leído me dice que sus raíces están en el Suajili, así que igual habría que entrenar en eso primero. Dejaré Zimbawe para otra ocasión, mi amigo Daniel sólo me dice que Zimbabwe, Zambia y Malawi es la misma cosa y que son la misma gente, que fueron los conquistadores quienes les enseñaron a ser distintos.
Algo que también me ha llamado la atención son los nombres que escogen. Muchos se llaman Precious, Blessings o Force. No importa si son hombres o mujeres. Casi que como Socorro, Dolores y Remedios. El otro día me pusieron a un bebe en las piernas y entendí porqué lo llaman Precious. Sí son cositas preciosas, seres divinos. Pero ya cuando son adultos es extraño verlos igual. Blessings por ejemplo es el director de uno de los Colegios para Profesores y es un tipo enorme con gran sonrisa y grandes manos, muy contrario a las bendiciones que su nombre invoca.
Después vienen los animales que también son insectos aunque en Corea del Sur les enseñen que los insectos no son animales (igual de estúpido como que América es el continente al que pertenece Estados Unidos y Canadá mientras todos los de abajo pertenecen al continente que ellos llaman Latinoamérica, las aberraciones de la educación neoliberal). No he visto elefantes ni tigres ni escenas de National Geographics. Lo más cerca que he estado de vivir algo así fue en uno de los tantos autobuses que he tomado, cuando un enfrenón nos avisó que había un chango cruzando la carretera. Era un chango grande, tipo saraguato. Más allá de eso sólo tengo a mis acompañantes de casa, muchas cucarachas (no por falta de higiene sino porque pues, ellas llegaron primero, yo sólo soy la visita), lagartijas con las colas azul fosforescentes (espero lograr una foto, están increíbles), pájaros tipo cuervos pero con el lomo blanco y un canto distinto. También hay un buho de cabeza blanca, una maravilla. Un día entró una serpiente a la oficina, yo oí los gritos nada más, la llaman Black Mamba, pero no estoy segura es lo mismo que nosotros vemos como Black Mamba, porque me describieron el cascabel, aunque dijeron no era una cascabel, pero bueno su veneno si es de esos que te matan, así que el guardia la mató primero. Los grillos me han llamado mucho la atención, son enormes, parecen aliens, unos son casi del tamaño de mi mano y con colores muy vívidos. Y bueno, gracias a muchas precauciones, no me he topado con mosquitos infectados de Malaria (pero nunca es bueno cantar victoria).
Así van las visiones. Las reflexiones las dejaré para una noche bajo la mosquito net, cuando me lleguen las palabras para compartirlas, si eso no pasa, si no logro ponerle lenguaje a lo que siento y lo que pienso, tendrán que esperar hasta Marzo para verme a los ojos y tal vez entenderme.
La pobreza y la riqueza son protagonistas de mis desilusiones. La humanidad y las razones que ha tomado para convertirse en lo que es me ha cuestionado, me pregunta y me pregunta. Insiste en que la entienda y la respete. Pero no puedo. Acepto que hay momentos en los que odio todo lo que me hace parte de una sociedad opresora. Aquí estoy, donde está la mayoría. Somos siete billones de los cuales ni la mitad tiene posibilidades de acceder a lo que yo y tu y nosotros podemos acceder (no hablo de tecnología sino de placeres culinarios, sexuales y racionales).
Yo, a diferencia de otros, no me enojo cuando en la calle me gritan “muzungo”, “zunga”... eso soy, aquí soy blanca, soy no africana. Mi piel significa dinero para ellos, algunos no tienen pelos en la lengua y me dicen directamente “give me the dollars”, otros me piden matrimonio, otros sólo me cobran dos o tres veces más de lo que les cobran a sus paisanos. Alguien me dijo que la traducción de muzungo es ángel. No sé si creerlo. Prefiero pensar que si va a venir un ángel a salvarlos/nos no sea el ángel del dinero sino todo lo contrario. Pero de religión ya podremos hablar en otro momento, pues este lugar es el más religioso que he visitado y duele, duele de veras.
Amor y paz,
Buen camino.
Precious y Lola |
2 comentarios:
me comenta un amigo que no sabe de muzungo, pero que zunga es prepucio en suajili, aunque no está seguro de que sea lo que te gritan exactamente, porque lo ha escuchado en las calles de Europa, entre centro-africanos que reclaman al sentirse hechos menos por la gente que los "emplea". Dicen zunga a los cabrones que no les pagan bien algún trabajo o algo así. ¡VIVAN LAS CUCARACHAS!
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