8.6.09

Stand up for your rights

El siguiente texto es fruto de una discusión que tuve en una reunión de amigos hace algunos días. Como en todo últimamente, fuimos a caer a la política. Creo que caemos ahí sin siquiera entender del todo el significado del concepto, de la palabra, de lo que implica. Por ello ahora me dedicaré a poner el link al significado de cada palabra que me parezca sustancial para entender mis ideas.

Si leyeron las definiciones podrán darse cuenta que la palabra es mucho más que aquello que decimos a la ligera cuando hablamos día a día de los candidatos, de nuestro voto, del país, etcétera. Si política es la actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos y la actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo, nunca, por más que lo intentemos, podremos salir de ella o dejar de formar parte, aún si anulamos nuestro voto.

He ahí mi punto principal. En aquella reunión discutimos sobre si anular el voto servía de algo. Días después de esa pequeña charla me encontré con un pequeño manifiesto pegado en casi todos los postes de la colonia donde vivo, el cartel dice (lo transcribo con faltas de ortografía y de redacción):

Estas próximas elecciones: Yo anularé mi voto No creo en los Diputados ni en los Senadores. Para volver a creer en esta democracia representativa, YO ciudadano exijo por lo menos: El primer requisito para creer en este sistema de representación es que los diputados y senadores se bajen el sueldo por lo menos un 50% Si pueden adelantarse vacaciones y aprobarse aguinaldazos, creo que si pueden hacer una extraordinaria para aprobar algo que no está a discusión. El segundo requisito es que se eliminen las candidaturas plurinominales. Queremos que nos gobierne aquel por quien votamos, no el que al partido se le antoje. El tercer requisito es que se cancelen sus seguros de gastos médicos. Que nuestros trabajadores en el Estado vayan al ISSSTE, que es gratuito, y si no les gusta, que paguen su doctor particular con su sueldo y/o que se pongan a trabajar para arreglar el ISSSTE. El cuarto requisito es que ni el IFE ni ningún partido anuncien nada en ninguna televisora durante todo este proceso electoral y que ningún comentarista ni “comunicador” intente manipular mi tendencia al voto o mi derecho a la anulación de éste e incluso mi derecho a la abstención. Y así ya no se gastan recursos en estarse peleando entre el IFE y las televisoras. …. Y si diputados y senadores, IFE y partidos no cumplen estas condiciones vayamos en masa a anular nuestro voto este 5 de julio.

El texto no tiene ni autor ni referencia alguna, es completa y absolutamente anónimo, y creo que eso le da mucho crédito a quien lo está distribuyendo, pues está tomando cartas sobre el asunto y por ello lo publico aquí, porque creo que de eso se trata, más que de discutir interminablemente entre qué es mejor hacer y cómo hacer mejor al país. En la ya dicha reunión yo planteé la idea de que anular el voto es igual que abstenerse, pues recuerdo que en las elecciones presidenciales mucha gente iba y votaba por el Dr. Simi, pensando que los que contamos los votos íbamos a tomarnos el tiempo para contar sus votos y publicar sus resultados. Obviamente no lo hicimos, y nadie nos dijo que no lo hiciéramos, simplemente no valía la pena.

Así que hoy, después de encontrarme con estas personas que están tomando un espacio y se están expresando, me dan ganas de entregar ese granito de arena y publicar en mi blog de pocos lectores, aquello que me parece relevante, pues creo que votar o no votar da igual, el punto es hacer lo que hizo esta persona: tomar partido (stand up).

Sabemos el país y el mundo y el sistema en el que estamos, sabemos que la ecuación comienza con la educación y luego con la pobreza, sabemos que de ellas derivan los problemas –la corrupción, la delincuencia, el narcotráfico, la piratería, etc.–, y nos jactamos de esto con los brazos cruzados, pensando si votar o no votar y luego por quién votar. Yo pienso que el punto, al percatarnos, está en tomar cartas y salir a hacer algo. Suena idealista, no puedo evitarlo, pero creo que si sabemos por dónde empezar podemos realmente dejar de pelear y cambiar al menos nuestra situación personal, pues ahí comienza el verdadero problema, la corrupción real. Lo reitero y lo repito
El futuro no está en los niños, sino en quienes los criamos.

Me sorprendo cada que oigo a alguien que compra piratería quejarse del crimen organizado. Me sorprendo cuando oigo que un compañero de menos de 26 años dice que él no tiene pedo con los homosexuales siempre y cuando no sean ninguno de sus amigos. Me sorprendo cuando alguien ve un asalto y no hace nada, cuando alguien deja su colilla tirada afuera del bar.

Son los detalles que nos hacen diferentes y que, como lo dije en la Netáfora aquella vez, lo que nos queda es ser nuestro propio partido, anular el voto es tan absurdo como hacer una denuncia, pues no creemos en el sistema en el que estamos, así que no pensemos que con ese simple acto estamos haciendo algo, vale la pena hacerlo realmente, como lo ha demostrado aquel que ha puesto su tiempo y su dinero en pegar hojas con sus demandas a los diputados y senadores.

Como apéndice y nada más porque me parece un bonito dato curioso, aviéntense a leer el manifiesto por la legalización de la marihuna y el manifiesto contra la homofobia y la discriminación por motivos sexuales, ambos del “alternativo” partido social demócrata (con minúsculas). Se ve que quieren el voto de nosotros, la minoría en resistencia.

Leer sirve para darse una mejor idea, pues es lo único que nos queda… bueno, y juntar fuerzas para darle muerte al partido verde, que bien se la merece.

7 comentarios:

Rodrigo Hernández dijo...

el 2 de julio me provoca entre decepción y decepción diluyéndose en tristeza

ix dijo...

guey, primero leí el comentario, después pensé "ése se parece a rodrigo" e inmediatamente vi que decía "yarmuk".

No he acabado de leer el artículo, le estaba echando el primer ojo volador.

Así que ahorita vuelvo a comentar.

ix dijo...

Lo diré:

Tú te sorprendes de que alguien que compra piratería se queje del crimen organizado.

Yo lo hago así que explicaré mis razones: me parece que el crimen organizado es producto más que de la piratería, del orden económico mundial. De modo que al comprar piratería lo que hago es fomentar otro orden económico. En específico, un orden económico que incluya la reproducción, que no considere que las ideas pueden ser privadas y que sea comunitario. Además de todo esto, es ilegal. Sobre esto último no me he decidido: a lo mejor el hecho de ser ilegal fomenta las ideas que defiendo.

A mí me sorprende eso, sí, pero también que una misma idea se aplique distinto dependiendo de la edad.

Con respecto a los asaltos, no creo realmente que te sorprenda: muchísima gente se queda "sin hacer nada" frente a cualquier situación tensa: un asalto, un secuestro, un accidente... Hay otra razón, además: ¿qué va a hacer? ¿va a coger la cabina telefónica que tiene a su lado y esperará ahí mismo mientras suena y suena el teléfono?, ¿gastará su crédito y utilizará su teléfono personal para hacer una denuncia?

Con respecto a las colillas, yo guardo las mías siempre y cuando sean de plástico. Las colillas de tabaco como las de los delicados las dejo consumirse por que no hacen daño a nadie y es mucho más difícil apagarlas y guardarlas. De cualquier modo no me parece en absoluto que sea un asunto grave que denote nuestra falta de compromiso social. Tapa las coladeras, es todo. Lo realmente grave es que no estemos a cargo de las coladeras, pero eso sucede en todas partes y, según creo, es el gran problema: no nos lavamos nuestros propios calzones o lavamos los propios pero también los ajenos. Tú sabes que hablo de las coladeras.


Lo que hace realmente falta es ese stand up del que hablas. Dices: “creo que si sabemos por dónde empezar podemos realmente dejar de pelear y cambiar al menos nuestra situación personal, pues ahí comienza el verdadero problema, la corrupción real.”

Saber por dónde o por qué dejar de pelear.

No significa tener un plan detallado de qué hacer, yo creo que eso es de incumbencia más pequeña: sólo debería importarle a aquel que se hace cargo o que se apropia de cierto territorio.

[Desde ese punto de vista es absurdo que defendamos, como nación, territorios que jamás nos hemos apropiado y de los que ni siquiera conocemos sus recursos (o, para decirlo menos industrialmente, que ni siquiera conocemos), es desmérito del derecho de apropiación que tienen los que sí los conocen. Hablo del campo, de Chiapas, de las sierras, de kilómetros y no de centímetros en el pensamiento; hablo de la ciudad y de territorios diferentes dentro de la ciudad; y por supuesto, ir de visita no significa de ningún modo conocer un lugar.]

Significa, creo, estar de acuerdo con cosas con las que no estamos de acuerdo.

Ahora bien, hay una situación tensa en el país: ¿podremos ponernos de acuerdo sobre qué es aquello que tensa la situación en el país? Yo digo que es una cuestión de territorio, tú dices que es la piratería, otros dirán que es porque los perredistas insisten en fumar, otros que es porque hay quien no vota, otros dirán que es por las drogas, o por la falta de apoyo al presidente; otros, muchos, dirán que es porque simplemente es imposible ponernos de acuerdo.

Yo estoy con ésos y estoy dispuesta no a discutir cuestiones puntuales y de menor importancia, sino a discutir qué cosas, puntuales, son las que hacen imposible un acuerdo en este país.

Y propongo que es por el territorio masivo, la industria masiva, los medios de información masivos y la creencia, masiva, de que tenemos algo que en realidad no es nuestro, creando así una ficción de fondo que imposibilita la apropiación en sí.

Por lo demás, el guey que puso el texto por tu casa no habla por mí (y no porque no tenga derecho, como él dice, sino porque simplemente no habla por mí) y creo que se equivoca de manera demasiado autoritaria.

Y ya.

Unknown dijo...

Bueno Ix, pues primero que nada quiero explicarte que los ejemplos que puse son sólo eso, ejemplos. Mi intención, más que atacar a quienes no recogen sus colillas o a quienes compran piratería, era hacer evidente la incongruencia en la que vivimos cada uno. Si le buscamos ideales a nuestros actos y justificaciones, siempre podremos vivir tranquilos, pues lo que es verdad para uno mismo es verdad (pese a lo que cualquier filósofo diga); por ello le doy el crédito a aquel que se puso a pegar carteles anónimos. Yo tampoco comulgo con sus ideas autoritarias, tampoco pienso que no votar vaya a hacer que algo cambie, pero, en definitiva, su actitud es admirable.
No voy a ahondar en el tema de la piratería y el copyright, pues la neta es algo sensible, y no da para hacerlo escrito... pues sí pienso un día vivir de lo que creo, y aunque sé que se necesita un nuevo orden económico, no creo que éste se de por medio del robo, que al final eso es la piratería, creo se puede dar más por el lado de lucha contra la pobreza. That's me, without territory.

Andrea Celeste dijo...

Si uno tiene que conocer a fondo cualquier territorio para llamarlo suyo, entonces no somos nuestros, pues si existe un territorio de verdad vasto y de verdad hondo es el territorio de lo humano. Ergo, nunca seremos nuestros y nunca podremos si quiera hablar de vinculo con un cacho de tierra ni mucho menos con otra persona.

Sé que Chiapas fue sólo un ejemplo así como los que puso Lola, son sólo eso, sin embargo estoy cansada de ese tipo de referencia hacia el sureste del país.

Besos mujeres guapas y Geeno!

ix dijo...

No creo que Chiapas sea nuestro.

Pero Andrea, hablando de lo humano, yo estaba pensando precisamente en el cuerpo. No es necesario conocerlo a fondo, pero esa apropiación es condición y efecto de cierto orden (simbólico).

Pues bien, el territorio es condición y efecto de cierto orden político.

Y acerca del robo, creo que ése es un concepto de este orden económico.

ix dijo...

(ix va con minúsculas)