Trato de respirar por una ventana,
me da frío,
no importa
es mejor morir así que ahogada,
es mejor no morir, siempre,
pero al fin y al cabo para eso estamos hechos
y a eso nos dedicamos todo el tiempo.
No hay destiempo, señores,
sólo hay ahoras engañosos,
mentiras que se encubren para pasar desapercibidas,
para colarse a la mente y ahí crear sus enjambres pegajosos,
sus enjambres de miel que duele,
que huele mal,
que termina pudriéndose junto con todas sus flores y algas.
Estamos muriendo, y en todas partes.
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